El vídeo que hoy voy a comentar se trata de un experimento social que busca las reacciones de los demás ante un caso de violencia de género. Únicamente existen dos posturas que podamos adoptar: actuación o indiferencia. Podemos observar en el vídeo que únicamente una persona es la que responde ante la situación. Desgraciadamente, esto da una imagen de la decadente y real sociedad en la que vivimos. Debemos concienciarnos de que todos nosotros somos responsables, son las actitudes que tomamos las que pueden poner fin a este tipo de casos o, por el contrario, hacer que estos prevalezcan. Se vuelve, por tanto, cada vez más indispensable la capacidad de intervención y la búsqueda de un cambio que debemos perseguir entre todos.
La violencia de género sigue siendo un tema muy presente en la actualidad. Tan solo en estos escasos dos meses que llevamos de 2016 van 10 muertes por violencia de género, lo que resulta escalofriante. Es increíble que hayamos avanzado tanto como especie pero tan poco como seres humanos. Sin embargo, el problema ya no solo radica en la incomprensible mentalidad de estas personas sino en la ineficacia o escasez de las medidas que se adoptan y, por tanto, la necesidad de replanteárnoslas.
En relación a ello, me gustaría hacer referencia a las denuncias. Estamos acostumbrados a los anuncios y expresiones tales como "¡No te calles, denuncia!", "Si tu marido te pega es que no te quiere, no te quedes en silencio", pero ¿de qué sirve denunciar cuando verdaderamente no toman las precauciones necesarias? Un ejemplo de ello es una reciente víctima de violencia de género, asesinada a manos de su marido, al cual denunció, pero quién solo estuvo retenido durante 24 horas. Y aquí, ¿quién es el verdadero culpable? ¿Quién ya había intentado matarla una vez o aquellos que, aún conociendo los hechos, le conceden la inmediata libertad ? A mi parecer, aunque de una forma indirecta, lo es tanto el que lo permite como el que ejecuta la acción.
En relación a ello, me gustaría hacer referencia a las denuncias. Estamos acostumbrados a los anuncios y expresiones tales como "¡No te calles, denuncia!", "Si tu marido te pega es que no te quiere, no te quedes en silencio", pero ¿de qué sirve denunciar cuando verdaderamente no toman las precauciones necesarias? Un ejemplo de ello es una reciente víctima de violencia de género, asesinada a manos de su marido, al cual denunció, pero quién solo estuvo retenido durante 24 horas. Y aquí, ¿quién es el verdadero culpable? ¿Quién ya había intentado matarla una vez o aquellos que, aún conociendo los hechos, le conceden la inmediata libertad ? A mi parecer, aunque de una forma indirecta, lo es tanto el que lo permite como el que ejecuta la acción.
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