En esta ocasión, se me ha adjudicado el rol de Rastreadora, el cual consiste en la comparación de una misma noticia en tres periódicos diferentes. Debo recalcar, que esta tarea es la que más me cuesta y en la que obtengo una calificación menor por parte del correspondiente analista, a pesar de que me implico con el mismo o mayor esfuerzo que en las demás. De manera que me disculpo previamente ante la nefasta calidad de esta entrada.
Entre la multitud de actualizaciones diarias, me ha llamado especialmente la atención el revuelo que ha causado el recién estrenado "Quiero ser monja", el nuevo docu-reality que lanza Cuatro.
Lo que verdaderamente me ha parecido interesante, es el fuerte contraste entre los periódicos a la hora de abordar la noticia y que vamos a observar a continuación.
En primer lugar, encontramos el ABC con el siguiente titular:"Pobreza, castidad y obediencia, los retos de las novicias de «Quiero ser monja»".
Sin más dilación, la noticia está redactada de forma cuando menos breve y desde una perspectiva objetiva. Únicamente se informa al lector del objetivo del programa y cómo lo desarrolló la cadena el pasado Domingo 10 de Abril.
En LA VANGUARDIA, por el contrario, ya podemos observar otros matices. Comienza con el titular: "Así es la nueva vida de las chicas del ‘reality’ ‘Quiero ser monja’", el cual, no presenta una disparidad relevante en relación al anterior. No obstante, el periódico elabora un escrito mucho más extenso y detallado en el que no sólo presenta el programa, sino que lleva a cabo minuciosas descripciones de las participantes.
A pesar de la aparente objetividad con la que se expone la noticia, la redacción deja entrever cierta subjetividad favorable al reality; apreciable, aunque de forma muy sutil, en la selección de citas de los aspirantes, el cuidado lenguaje, y la ausencia de comentarios negativos, a pesar de contar con la oportunidad durante la mención de las diferentes actividades realizadas en el programa.
Sin embargo, donde mayor contraste podemos encontrar, sin lugar a dudas, es en EL PAÍS. Simplemente con el titular se observa la irritabilidad que, a diferencia de los otros periódicos, le suscita la noticia: "¿Es 'Quiero ser monja' la mayor tomadura de pelo de la televisión?".
No se corta ni un pelo a la hora de criticar el adoctrinamiento ejercido por el reality, el cual aprovecha como pretexto para atacar a la religión católica y a otros programas como el de MasterChef, Mujeres y Hombres y Viceversa, así como al propio Bertín Osborne.
En cuanto a mi opinión, creo que el tema es algo delicado. Si bien considero que es una iniciativa novedosa e interesante, creo que a su vez terminará derivando en algo monótono y aburrido. Además de que es innegable que una cosa tan personal como la fe, enfocarla desde un punto de vista televisivo como un reality puede infravalorarla o provocar reacciones disconformes entre los creyentes; todo dependiendo de si se aborda desde el humor, el entretenimiento o la cultura. Por ello, creo que Cuatro debe saber desarrollar concienzudamente este programa.
A pesar de la aparente objetividad con la que se expone la noticia, la redacción deja entrever cierta subjetividad favorable al reality; apreciable, aunque de forma muy sutil, en la selección de citas de los aspirantes, el cuidado lenguaje, y la ausencia de comentarios negativos, a pesar de contar con la oportunidad durante la mención de las diferentes actividades realizadas en el programa.
Sin embargo, donde mayor contraste podemos encontrar, sin lugar a dudas, es en EL PAÍS. Simplemente con el titular se observa la irritabilidad que, a diferencia de los otros periódicos, le suscita la noticia: "¿Es 'Quiero ser monja' la mayor tomadura de pelo de la televisión?".
No se corta ni un pelo a la hora de criticar el adoctrinamiento ejercido por el reality, el cual aprovecha como pretexto para atacar a la religión católica y a otros programas como el de MasterChef, Mujeres y Hombres y Viceversa, así como al propio Bertín Osborne.
En cuanto a mi opinión, creo que el tema es algo delicado. Si bien considero que es una iniciativa novedosa e interesante, creo que a su vez terminará derivando en algo monótono y aburrido. Además de que es innegable que una cosa tan personal como la fe, enfocarla desde un punto de vista televisivo como un reality puede infravalorarla o provocar reacciones disconformes entre los creyentes; todo dependiendo de si se aborda desde el humor, el entretenimiento o la cultura. Por ello, creo que Cuatro debe saber desarrollar concienzudamente este programa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario