Esta semana me corresponde el rol de Crítica. Para desempeñarlo de manera óptima-como siempre intento-voy a proceder a un análisis de la siguiente propuesta: Piden que la escuela enseñe “habilidades emocionales”
Como podemos observar, se trata de una iniciativa de carácter pedagógico que recalca la importancia que tienen para el desarrollo de los individuos-tanto a nivel estudiantil, profesional como personal-, las competencias sociales y emocionales; y por ello, recomiendan enfatizarlas en los sistemas educativos.
Para eso, Natalia Tieso plantea lo siguiente: “Una materia llamada Teoría del Conocimiento, que apunta a desarrollar el pensamiento crítico y la metacognición; un proyecto de monografía de dos años, donde los chicos aprenden habilidades de investigación y comunicación escrita y oral; y un proyecto de aprendizaje-servicio para que los chicos trabajen en equipo y se comprometan con su comunidad”.
En cuanto a la primera propuesta, considero que la capacidad de razonar de forma crítica y objetiva es esencial, ya que promueve nuestra autonomía y nos habilita para la toma de decisiones propias, algo muy necesario ya que, a mi parecer, la sociedad actual cada vez se asemeja más a lo que el sociólogo Durkheim describía como sociedad mecánica, caracterizada por la similitud de sus miembros.
Por otro lado, se habla de las "habilidades de investigación y comunicación oral". Me gustaría, por tanto, recalcar su importancia aludiendo al hecho de que la comunicación es la base de las interacciones humanas, al tiempo que las aptitudes para la investigación son primordiales para el progreso social.
Finalmente, se propone un proyecto de "aprendizaje-servicio" que persigue la cooperación en las dinámicas de trabajo. Defiendo su importancia ya no solo como educadora social-para quienes el trabajo interprofesional es fundamental- sino como ciudadana que reconoce la interdependencia que existe entre los individuos en todos los aspectos y ámbitos, tanto cotidianos como laborales, por lo que considero imprescindible impulsar las capacidades de colaboración comunitaria.
Asimismo la iniciativa persigue “habilidades como la responsabilidad, la autonomía, la constancia, la planificación del estudio y el trabajo cooperativo”. En la mayoría de las escuelas, universidades y el resto de sistemas educativos se siguen unas pautas muy marcadas de enseñanza, en las que el docente pone a disposición de los alumnos una serie de conocimientos teóricos que éstos tendrán que memorizar con el objetivo de demostrar lo que han "aprendido". Se trata de un proceso de adquisición de cultura general; y más tarde, una especialización cognitiva y práctica referente a un futuro ámbito laboral. Sinceramente, me parece una metodología fría y racional, que automatiza a los estudiantes en lugar de impulsar sus capacidades individuales, las cuales les proporcionaran el conocimiento más importante: el de sí mismos, y con ello, el de sus aptitudes, capacidades, deseos, vocaciones, anhelos... Un sin fin de aspectos que verdaderamente nos preparan para la vida, para la convivencia y adaptación social, el desarrollo profesional, pero sobre todo personal.
Esto no quiere decir que eliminemos la información que recibimos de los libros de texto, sino que seamos capaces de inculcarla compajinándola con otro tipo de valores y habilidades.
Para concluir, quiero subrayar mi completo apoyo hacia esta propuesta educativa, ya que considero que los sistemas pedagógicos tienen mucha influencia en la sociedad y que muchos de los conflictos que la asolan podrían remitir si incidimos lo suficiente en la optimización de las instituciones didácticas.