Me gustaría comenzar esta semana con la gran polémica que ha protagonizado la 88 edición de los premios Oscar, ceremonia en la que el cine ha quedado muy lejos de ser el tema central de este año, siendo reemplazado por la discriminación racial.
El debate se abrió a causa de la inexistencia de actores de color entre los nominados a los galardones. El cineasta Spike Lee se manifestó ante la falta de diversidad con estas palabras: "¿Cómo es posible que, por segundo año consecutivo, los 20 actores nominados sean todos blancos? Y eso sin hablar de otras categorías. Cuarenta actores en dos años y nada de sabor. ¡Nosotros somos actores!". A este boicot se sumaron, principalmente, Will Smith y su esposa Jada Pinkett Smith, quienes no asistieron el pasado 28 de Febrero a la ceremonia.
Asimismo, la gala estuvo plagada de constantes referencias a ello, principalmente por el afroamericano Chris Rock, quien se ha encargado de presentar esta edición. El cómico abría la celebración de esta manera: "Octogésima octava edición, y me sorprende toda esta historia de que no ha habido nominados negros porque eso ha debido ocurrir otras setenta y tantas veces. Y lo negros no protestaban, ¿por qué? Porque teníamos cosas importantes por las que protestar, nos violaban, nos linchaban, ¿qué mas nos daba quién ganara el Oscar a la Mejor Fotografía?"; y valiéndose de sus dotes para el humor, continuaba denunciando la discriminación de su "raza" de esta forma: "los Oscar van a ser un poco diferentes, en la sección memorial solo va a haber negros que han sido asesinados por policías cuando van al cine". Otros. como el galardonado Alejandro González Iñárritu, manifestaron también su inconformismo. Éste lo hizo empleando una frase de la película que ha dirigido: "Ellos no te escuchan, solo ven el color de tu piel".
De igual manera, se han manifestado numerosos comentarios al respecto por parte de los usuarios, que contemplan el hecho de que la falta de candidatos de color a los premios sea por la ausencia de calidad en sus actuaciones y películas este año, como ha ocurrido con otros actores de "tez blanca".
No obstante, y no malinterpretéis mis palabras, considero esta polémica como excesiva. La gala no ha sido más que una excusa empleada para denunciar un problema mucho más profundo y con más recorrido que unas simples nominaciones, como son los prejuicios y la distinción entre razas que existe, desgraciadamente, de forma muy presente en todos los ámbitos de nuestra sociedad.
Considero que contamos con una herramienta fundamental para intervenir en este problema como es la educación, por lo que un uso correcto e insistente de ésta es imprescindible. Para ello, hace falta darle a la educación la relevancia que se merece, así como la importancia que tiene la cualificación de profesionales capaces de transformar esta situación, inconcebible en pleno siglo XXI; y más aún, cuando el término "raza" es una etiqueta que no tiene fundamentación biológica, sino que se trata de un concepto de carácter cultural, por lo que se vuelve innecesaria esta distinción tan dañina.
Para ello, es necesario promover el respeto entre personas, comenzando por los más pequeños, de forma que en el futuro la diversidad cultural no sea un asunto que tratar puesto que estará completamente normalizada. Al tiempo, es crucial extrapolarlo al "mundo de los adultos", porque si nosotros no estamos libres de prejuicios, ¿cómo pretendemos inculcárselo a las generaciones posteriores?
Remitiéndome al tema con el que he iniciado esta entrada semanal , el cine también es un instrumento excelente-como otros muchos con los que contamos hoy día- para influir en las personas y fomentar esa igualdad tan necesaria todavía en nuestro planeta. Hagamos de las artes la capacidad de representar un mundo mejor, pero no imposible de conseguir.